martes, 2 de agosto de 2011

Maquillaje

Empólvate la cara, píntate los labios, rízate las pestañas, no salgas hasta que la pintura se seque para interpretar tu papel. Mírate al espejo, corrije tus fallos, sal afuera, el mundo quiere verte aunque no te vea de verdad. Sonríe aunque estés triste, llora cuando sea apropiado hacerlo, no hagas comentarios inadecuados, no digas todo lo que piensas, sino, el mundo te mirará mal.
Ve a corregirte el pintalabios, pero no tardes mucho, procura acercarte a lo que todos desean ser. ¿Por qué tenemos que tener siempre la nariz bien empolvada, los hombros rectos, una sonrisa en los labios? Porque nadie es así en realidad y, tampoco quieren ver sus defectos reflejados en ti, por eso te miran mal cuando no te retocas consantemente los labios, cuando dices lo que piensas cuando ríes a carcajadas; pero no te preocupes, porque mientras los demás se esconden detrás de sus espejos para mostrarte lo que está mal en ti, tu te miras en ellos y sonríes, no por complacer a nadie, porque así te sientes más guapa, y no te importa que la gente vea tus fallos, porque aunque intentes ocultarlos sabes que estarán ahí y son lo que te hace diferente de toda esa gente de cara empolvada, labios brillantes y negras pestañas.